Si aparece una erupción en la piel que progresa hacia la formación de ampollas o lesiones en la mucosa debe interrumpir el tratamiento y acudir al médico ya que esto puede ser debido a la aparición de trastornos cutáneos muy graves (síndrome de Stevens-Johnson o necrólisis epidérmica tóxica). En estos casos no debe recibir de nuevo medicamentos que contengan metamizol. Si padece síndrome de asma por analgésicos, asma bronquial, especialmente con inosinusitis y pólipos nasales, urticaria crónica o bien si es intolerante a
colorantes y/o conservantes o al alcohol, ya que el riesgo de posibles reacciones alérgicas graves es mayor. Si presenta mareo, dificultad para respirar, rinitis, hinchazón de la cara (edema angioneurótico), descenso de la presión arterial, manchas rojizas en la piel de
aparición súbita debe suspender el tratamiento y consultar a su médico nmediatamente pues podría ser signo de reacción alérgica grave (anafilaxis/shock anafiláctico). Si durante el tratamiento tiene fiebre alta, escalofríos, dolor de garganta, inflamación en boca, nariz o garganta, lesiones en mucosa oral o genital debe suspender el tratamiento y consultar a su médico inmediatamente pues podría indicar un descenso de los glóbulos blancos en la sangre (agranulocitosis). Si ha tenido una reacción alérgica al metamizol, no debe volver a tomar un medicamento que lo contenga. Si tiene problemas preexistentes de tensión arterial baja (por debajo de 100 mmHg) o tiene la circulación inestable ya que el riesgo de una caída brusca de la ensión es mayor. Si tiene la función renal o hepática disminuida.